LA MUJER DETRÁS DE LA PRESIDENTA (Por Alejandro Muñoz, director de Revista Batacazo)

Fue un instante. Un segundo que le cambió la vida. Atrás quedaban las imágenes de la adolescencia que pasaron juntos, las risas, las peleas, las alegrías y las tristezas. Allá lejos quedaban los años de militancia política, añorando algún día llegar lo más lejos posible. Y vaya que lo lograron. Un día de 2003, su sueño se hacía realidad: el matrimonio Kirchner llegaba a la presidencia de la Nación. Primero Néstor, luego Cristina. Casi 8 años de construir una nueva corriente política, el kirchnerismo, instalada en la sociedad, con amigos y enemigos. Justamente esos enemigos que no pudieron ni siquiera inmutar a la Presidenta con el rumor de sobre qué país se viene ahora que él no está. No señor, ¿o me van a decir que Cristina, cuándo vio que su compañero de ruta se iba, se puso a pensar en las críticas, en los números del INDEC, en la economía y en todo eso? Nada de eso. No era que la Presidenta perdía un anillo. Su marido, su compañero del día a día decía adiós. Ella necesita tener la fortaleza, sacarla del amor de sus hijos para seguir adelante. Es una paradoja, pero estoy seguro que aunque millones de argentinos la hayan votado para que nos conduzca como país ella, por un instante se sintió sola, vacía. POR ESO PIDO APOYO. YO NO ESTOY DE ACUERDO CON ESTE GOBIERNO, PARA NADA. PERO HAY QUE OLVIDAR ESO. PENSEMOS EN LA MADRE QUE QUEDÓ CON DOS HIJOS. NO EN CRISTINA NI EN LA PRESIDENTA. EN LA MUJER, EN LA MADRE.