ENTREVISTA: ALEJANDRO MUÑOZ
FOTOS: MAURICIO RONDAN
La entrevista pautada en el Café Havanna de San Martín demora su inicio unos minutos ante la ausencia del protagonista. El tiempo suficiente para preguntarse si Pablo Lunati, el protagonista, será así como se lo ve en la cancha, si andará a mil por hora y hará gestos ampulosos para todos lados. Al verlo entrar, esa duda se evapora rápidamente. Lunati es igual adentro y afuera de la cancha.
Se acomoda la campera de cuero bordó (muy top), y se dispone a dialogar con Batacazo Online no sin antes mirar las revistas que están sobre la mesa y contar alguna anécdota de cada uno de los personajes de las distintas tapas.
Hablando del mundial que se fue, empieza contando que “Messi es un pibe bárbaro. Lo conocí en Córdoba, en el Chateau Carreras (hoy Estadio Mario Alberto Kempes), y la verdad muy humilde. Pero con los que tengo un feeling especial son con el Kun Agüero y con Lavezzi. El Pocho es un monstruo. La verdad que la selección armó un lindo grupo y los banco a muerte, salieron segundos dejando la vida por los colores, y eso es impagable. Las críticas fueron muy irrespetuosas. Mi bandera siempre será Mascherano, pero todos dejaron la vida ahí adentro”.
-¿A Pitana cómo lo viste?
- Pitana es un árbitro FIFA. Grandote y corredor. Por eso le fue bien. El árbitro argentino sale al exterior y es el número uno, sobre todo en Sudamérica. Los partidos son más tranquilos, sin presión. Fijate que a los equipos brasileros siempre los dirigen los argentinos. Nos quieren a nosotros. A mí me tocaba dirigir Libertadores o Eliminatorias, y era algo tranquilísimo. Viajás en business, el mejor hotel, la mejor comida, todo distinto. Estamos en la mejor época del referato argentino. Hay mucho y buen material.
-¿Qué es más complicado para un árbitro? ¿Un partido por el título o uno por el descenso?
- Un partido por el descenso es más traumático y complicado de dirigir que un partido por el título. Siempre lo voy a decir, acá duele más un descenso que perder el campeonato por un punto. Se lo discuto a cualquiera eso. Si tu eterno rival sale campeón, te dolerá un poquito más, pero sólo eso. En cambio, un descenso es la muerte para el hincha argentino.
-Antes los jugadores que debutaban en primera eran más calladitos. Hoy, ni bien debutan empiezan a protestar y gesticular, ¿Cómo manejan eso ustedes?
-Los pibes son distintos ahora. Antes dirigías un promedio de jugadores de 28 años, ahora el promedio es 20, 23 años. No le puedo decir señor a un pibe, hoy los diálogos cambiaron. Hay que saber manejar eso. Otro ejemplo, si yo siendo pibe, entrenando lo pasaba a Bava, Crespi, Hay (ex árbitros), te mandaban para atrás. Hoy yo le digo a Echenique, Vigliano, árbitros jóvenes, que demuestren, que me pasen, yo tengo 47 años, yo no tengo que demostrar más nada. Ha cambiado la vida.
-¿Por qué pensás que de tus errores se habla toda la semana?
- Soy distinto a todos. ¿Por qué viniste a hablar conmigo si no?. Lunati es distinto a todos. Lo podés querer o no. Te puede gustar o no. Podés estar de acuerdo como dirige o no. Entonces como soy distinto, todo lo que pasa sobre mí, se magnifica.
-¿No es un personaje lo que hacés?
-(sonríe pícaramente y niega con la cabeza) Te lo puede decir cualquiera que me conozca. Puedo dar todo por el arbitraje como por cualquier persona que esté a mi lado. Me considero un buen tipo. Jodido como todos, porque todos tenemos cosas que no le gustan al otro. Pero haberme peleado con los popes del periodismo deportivo y con varios jugadores me han puesto en un lugar donde soy observado.
-Tuviste varios cruces con periodistas, por ejemplo, Marcelo Palacios…
-(interrumpe) Lo de los periodistas como Marcelo Palacios (con quien tuvo un fuerte enfrentamiento en radio) no me interesa mientras no se metan conmigo. Yo no le pregunto a él de dónde sacó la plata para comprar el piso en Libertador, o el auto que tiene. No me interesa. Yo tengo el auto que quiero, viajo cuando quiero, porque hace 25 años que me rompo el lomo laburando.
-¿Te queda alguna cuenta pendiente?
-Me hubiese encantado dirigir un mundial, pero soy consciente que la gente que manejaba el tema en ese momento no quería que yo le hiciera sombra a Baldassi, porque seamos claros, el único que le podía hacer sombra a Baldassi era yo. Sin desmerecer a nadie, pero es así.
Siempre respeté a los demás. Elizondo y Baldassi se ganaron su lugar, cada uno a su manera. Estoy lejos del estilo Elizondo, puedo estar más cerca de Baldassi. Pero siempre fui consciente que venía atrás de ellos.
Llegue a todo lo que podía llegar siendo árbitro. Fui un privilegiado. Estos últimos cinco años míos creo que fueron los mejores de mi carrera. Fui madurando y aprendiendo a manejar las situaciones, por eso soy el árbitro que más dirigió en los últimos cinco años.
-¿Cómo fue dirigir a River e Independiente en la B Nacional?
-Raro. Rarísimo. Noté que todos los equipos que los enfrentaban era como que le daban inyecciones para caballos. Los equipos que les ganaban después no ganaban más.
-¿Cuántas veces te sobornaron?
-Los sobornos no existen, estoy convencido de eso. Que alguien me venga a afirmar algo así mirándome a la cara. Creo en los árbitros.
-¿Cuál fue el tipo más complicado que te tocó dirigir?
-Siempre lo dije: Verón fue el tipo más complicado de dirigir en una cancha. Tiene un carácter que conmigo no va. Pero así como te digo eso, también te digo que fue el mejor jugador que dirigí en mi vida. Él, Riquelme y Ortega, tienen una inteligencia superior al resto.
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